10 septiembre, 2007

La jungla 4.0

Un nuevo tipo de amenaza terrorista asola los EEUU, la informática. Servicios, transportes, luz, gas...todo se encuentra patas arriba y sólo un policía plantará cara al asunto, John McClane, que tiene que proteger a un informático mientras salva el país y a su propia hija.

Dicho así, la verdad, suena a gilipollez extrema. De hecho, lo es. Pero a
migos/as, estamos hablando de John McClane y todo lo demás importa un rábano. Lo cierto es que vi la película con algo de temor, no quería que uno de mis personajes favoritos del cine acción se amoñara y terminará protagonizando un basura (cosa que los trailers prometían). Pero tras unos minutos en la sala descubrí que:
1. Bruce Willis sigue siendo el único e inigualable John McClane, que en esta ocasión es poco menos que un Dios. Mata, conduce, casi vuela, insulta, se ríe del malo...a pesar de los años, sigue siendo el mismo.
2. Len Wiseman no es buen director pero sabe poner la cámara en su sitio para que veamos todo a la perfección e incluso es capaz de sacarse de la manga un par de escenas buenas, de esas que, incluso, duran en la memoría.
4. El malo es el malo más penoso de la historia. Timothy Olyphant sabe interpretar lo mismo que una castaña y encima el personaje no tiene la chispa ni la miga que los anteriores malos.
5. El compañero de McClane también es bastante penoso. Justin Long se ajusta a su papel pero en la memoria colectiva por siempre estará el Zeus del gran Sam
uel L. Jackson en La jungla 3.
6. La hija de Willis en la ficción, Mary Elizabeth Winstead, está de buen ver y encima, actúa de manera decente.
7. La jungla de cristal es La jungla de cristal, da igual que pase, siempre nos gustará en mayor o menor grado.



Es cierto que el guión es algo tosco e infantil, pero es que el cine de acción de hoy en día es así, los años 80 ya pasaron así que debemos dejar para la nostalgia aquellas producciones hiperviolentas que llenaban nuestras pantallas. Hoy en día el cine de acción serio no existe (honrosa excepción, la saga Bourne) y tenemos que adaptar nuestra mente a lo que hay. Con eso, La jungla 4.0 es una entretenidísima producción, llena de acción imposible y con algunos tópicos de la saga ya vistos anteriormente. Es cierto que fallan muchos factores, como los antes mencionados, pero tampoco podemos pedirle que sea una obra maestra.
Flaquea en ocasiones por las cosas y situaciones que vemos, Kevin Smith sale poco y debemos dar gracias a Dios o a los productores y encima tiene clichés con patas como la novia china del malo y encima karateca o el francesito chulapo que luego es un mierda y muere de la forma más triste. Pero aún con todos estos fallos, se pasa un rato muy divertido en el cine, que a fin de cuentas, es lo que uno busca por el precio cada vez más alto de una entrada.



Resumiendo, que puede gustar más o menos, pero lo que está claro es una cosa, es divertida y entretenida como pocas pelis de verano y encima nos devuelve a la gran pantalla a uno de esos personajes que pasarán a la historia del cine sin ser dramáticos ni melancólicos, solo por llevar el apellido McClane, soltar tacos y matar malos a diestro y siniestro.

Nota: 6´5.

01 septiembre, 2007

Grindhouse: Death proof

El especialista Mike, con su preparadísimo y potente coche, se divierte de una manera un tanto peculiar, asustando y matando atrozmente a las chicas guapas que se cruzan en su camino (si, esto es, a grandes rasgos, el argumento principal).

La segunda parte del conjunto Grindhouse llega a las carteleras y lo hace con el nombre de Quentin Tarantino pegado hasta en el culo. Y lo cierto es que, aunque le pese a muchos, este hombre hace lo que le apetece, cuando le apetece y como le apetece. Así, Death proof, sin ser una gran película, se muestra como un homenaje cachondo y, en ocasiones divertido, al cine de persecuciones de coches y al subgenero slasher de los años 70 (ahí esta el mítico Kurt Russell y sus míticas colaboraciones con John Carpenter para demostrarlo). Tarantino nos ofrece una película muy densa en cuanto a diálogos (por desgracia, no todos buenos y si aburridos) y situaciones de tranquilidad pero que sabe pisar el acelerador a fondo para dejar al espectador que se atreve con este tipo de productos con la boca abierta en su tramo final. Quizás sea la peor peli de Tarantino, si, pero eso no quita méritos al director y ni muchos menos quiere decir que sea un mal film.
Tarantino siempre tiene suerte con sus actores y, aunque en esta ocasión cuenta con un grupo de chicas que no se esfuerzan mucho, la presencia de la auténtica especialista Zoe Bell resulta más que gratificante. Además de actuar como una veterana, realiza sus escenas de acción, lo que le da un toque de distinción a su papel. Kurt Russell realiza una buena interpretación, por desgracia, algo diferente a lo que cabía esperar (en los últimos momentos de "asesino que se caga cuando le plantan cara" el señor Russell sale un poco mal parado).



En cuanto a la técnica de la película poco se puede decir, salvo que en esta ocasión se abusa mucho menos del desgaste de rollo fílmico o de los errores de sonido que en Planet terror y todo se queda en unos cuantos fallos intencionados y bien logrados (aunque hacerlo a posta no tenga la misma gracia). En cuanto a la música, elemento imprescindible en el cine de Tarantino, sólo puede usarse un calificativo, soberbia. Como es habitual en el cine de este señor, lo guiños a otras películas suyas se suceden, desde el sheriff ya visto en Kill Bill: Vol. 1 o Abierto hasta el amenecer, pasando por un politono de móvil muy conocido y terminando con su fetichismo por los pies femeninos (que aquí alcanza cuotas exageradas).
Las escenas de persecución están muy logradas y consiguen crear una sensación de velocidad brutal, sobre todo en la que Zoe se encuentra sobre el capó de un coche "jugando" con Mike a más de 120 por hora. Sin duda alguna, una degenerada y violenta persecución que dará un giro radical para terminar con un repentino "The end" escrito en pantalla.

Death proof es, en definitiva, el guiñó al cine setentero que un tío como Quentin Tarantino podría hacer, lleno de sus típicos diálogos, su magnífica música y sus solventes planos secuencia, con un interesante descubrimiento como Zoe Bell y algunos momento currados protagonizados por Kurt Russell. Eso y, claro está, una persecución que dura unos 15 minutos donde todo es posible y cuyo final, personalmente, me dejo bastante sorprendido.



Nota: al igual que con Planet terror, no voy a dar una nota a Death proof hasta que vea Grindhouse tal y como fue diseñada. Death proof es más aburrida, si, pero desde luego (y para tarantinianos de pura cepa) una excelente oferta para disfrutar en pantalla grande.

P.D: Amo y adoro a Rosario Dawson (sino lo digo reviento)