La niña Alexandria esta ingresada en un hospital de Los Ángeles con un brazo roto. Allí conoce al joven Roy, especialista de cine gravemente lesionado y con una fuerte depresión, con el que establecerá una relación amistosa gracias a las fantásticas historias que le cuenta a la niña. Así, ficción y realidad se mezclan creando la mayor aventura que nunca pudieron imaginar.
Estrenada en España dos años después de hacerlo en los USA, llega The fall, segunda película del director indio Tarsem Singh, cuyo debut en el largo fue la despreciable La celda. Aunque si algo tuvo aquella primera película digno de salvarse de la quema, fue su imaginativo poderío visual. Y en esta ocasión el director explorá al máximo su capacidad como artista de la imagen, con unas secuencias llenas de colores y fuerza, con la suerte de que en esta ocasión nos cuenta una historia algo más interesante. El perfecto uso de los colores y de los paisajes, hacen de esta película una verdadera obra de arte en el sentido visual, muy bien acompañada por unos actores desconocidos y por una historia algo triste pero muy efectiva.
La química entre los actores principales, la niña Catinca Untaru y el joven Lee Pace, es otro de los puntos fuertes de la función, ya que la historia se basa en su relación amistosa y en sus progresos. Interpretan, además, a los protagonistas de la historia que Roy cuenta a Alexandria, trasladando esa buena sensación a la parte imaginativa de la historia. Momentos como aquel en el que Roy se queda "dormido" y la niña le pide que despierte o cuando ella habla en rumano y él en ingles, con la consecuente falta de entendimiento, consiguen emocionar al espectador, sólo por su buen hacer en pantalla. El resto de actores, se ciñen perfectamente a sus papeles, tanto en el plano fantástico como en el "real".
Pero si algo sobresale especialmente en The fall es el ya mencionado apartado técnico. Con un impecable uso de la fotografía por parte de Colin Watkinson y una labor tanto en vestuario como en efectos especiales sobresaliente. Es como ver un colorido cuadro en movimiento. Desde la imagen de una duna recortada por el cielo o una enorme sábana blanca que se mancha de rojo sangre, es tal la fuerza de las imágenes que películas así no se suelen encontrar en los cines. Quizás el punto más flojo de la historia sea la banda sonora, que nunca llega a compaginar como debería con las imágenes. Eso y que, evidentemente, tiene momentos en los que el guión falla o en los que apenas pasa nada.
Pero con todo, se nota el esfuerzo de Tarsem por rodar una película poderosa visualmente y en esta ocasión intenta además ofrecernos una historia al menos atrayente, aunque al final tenga algunos puntos muertos. Sólo por eso es destacable su adelanto como director y más teniendo en cuenta que la cinta tardó en rodarse cuatro años y a lo largo de más de 18 países.
En definitiva, una agradable sorpresa en la aburridísima cartelera de este año 2008, que va camino de convertirse, sino lo es ya, en el más soso y feo de toda la década. Menos mal que aún tenemos bellezas visuales como esta para alegrarnos los sentidos, a pesar de los pequeños fallos comentados y de que haya llegado a nuestro país con dos añitos de retraso. Pero eso, a estas alturas, a nadie debería sorprender.
Nota: 7.
1 comentario:
es una pasada el director Tarsem Singh...
como leí en una critica de esta peli.. una orgía visual.
En la celda tb fue una pasada que mundos oníricos creo
Un saludo
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