07 octubre, 2007

Promesas del este

Una joven muere mientras da a luz a su bebé en un hospital de Londres. Anna, la matrona que asiste el parto, recoge el diario de la muchacha y busca algún dato que situe a familiares del recién nacido para que no tenga que ser entregado en adopción. Su sorpresa es mayor cuando descubre que el diario está escrito en ruso y en su interior encuentra una tarjeta de visita para un restaurante. Problema: el restaurante es de la mafia rusa y Anna se está metiendo en terreno pantanoso.

El canadiense David Cronenberg vuelve a formar equipo con el actor Viggo Mortensen tras la sobresaliente Una historia de violencia. Como en aquella ocasión, vuelven a ofrecernos una obra magistral, puede que incluso mejor. Con un guión estupendo, obra de Steven Knight, Cronenberg nos deslumbra con hora y media de excelente cine. Hay quien critica a Cronenberg por su cambio de registro, acusándolo de buscar el éxito fácil, hay quien lo critica porque ya no hace las películas que hacia antes y eso es un error. Si se presta atención se pueden apreciar miles de detalles que nos indican que estamos viendo una cinta del canadiense. No es que Cronenberg haya cambiado, simplemente, ha madurado y rueda historias igual de interesantes que las de antes pero con un estilo algo más realista y sosegado. ¿Se parecen El almuerzo desnudo y Una historia de violencia? Lo mismo que una mosca a una vaca. ¿Son buenas películas? Pues si (según gustos, claro).
Junto con la dirección o el guión, los actores son los que llevan el peso de la trama. Todos están sensacionales, en especial Mortensen, al que es imprescindible ver y escuchar en versión original. Su acento ruso y todo lo que hace a lo largo del montaje nos haría pensarnos pedirle un autógrafo si alguna vez lo viéramos por la calle, en serio, acojona. Junto con él encontramos a Naomi Watts, sensacional como siempre, a Vicent Cassel, que es una buen actor cuando lo dirigen en condiciones, y al veterano Armin Mueller-Stahl, que está serio y perfecto en su papel de jefe mafioso.


Técnicamente, Promesas del este se caracteriza por lo mismo que Una historia de violencia, buena fotografía, mejor montaje, excelentes escenas y cero por ciento de efectos digitales. Esto último puede parecer una chorrada, pero en los tiempos que corren se agradecen este tipo de producciones en las que todo es pura magia y técnica. Sobre las excelentes escenas, me gustaría destacar algunas, como aquella en la que Mortensen se somete al visto bueno de los rusos o la brutal pelea en los baños turcos, una de las mejores escenas del año, que duele y hace que uno sienta lo mismo que el protagonista (o casi).
Si tuviera que poner una pega a esta joya sería, y por decir algo, que quizás hubiera sido un mayor acierto dar más profundidad al personaje de Anna. Repito, es sólo un mínimo detalle que puede que incluso sea cosa mia, porque el personaje esta bien dibujado y bien interpretado.




En definitiva, Promesas del este es una magistral muestra de que todavía se pueden hacer buenas películas. Posiblemente sea la mejor película del año. Posiblemente, sólo la veamos unos pocos.

Nota: 9.