20 noviembre, 2006

GAL

Los periodistas Manuel Mallo y Marta Castillo investigan los atentados cometidos por los Grupos Terroristas de Liberación (GAL) en represalia a los atentados realizados por ETA. Tras un año de inactividad, un joven vasco es asesinado sin tener nada que ver con la organización etarra, lo que hará que se reabra la investigación y se empiece a seguir de cerca la figura del subcomisario Paco Ariza, considerado uno de sus máximos responsables.

Tras la interesantísima El lobo, nos llega esta nueva producción bajo la firma de Miguel Courtois, director francés con una muy buena habilidad para las historias comprometidas y, sobretodo, con las escenas de acción, cosa rara en el cine patrio.
En lo referente a la propia dirección de Courtois, la cosa está más que aceptable, aunque se nota que quería ponerse demasiado serio con la trama periodística que intenta mostrar, lo que nos lleva a momentos de aburrimiento demasiado largos, con lo que el ritmo de la cinta es bastante irregular.
Luego nos encontramos con las interpretaciones de José García y Natalia Verbeke. García recuerda en cierto modo al Mortensen de Alatriste por culpa de ese acentillo extraño del que hace gala todo el metraje, aunque a diferencia del señor Viggo, García no habla en susurros, aunque su interpretación no pasa del suficiente, porque no tiene el material necesario para desarrollar un buen personaje.
Verbeke, por su parte, se dedica a estar (y está muy buena, las cosas como son) y a no hacer demasiado, aunque tenga un par de escenas más dramáticas de lo normal que no llegan a funcionar porque nunca llegamos a empatizar en exceso con los protagonistas.
Es Jordi Mollá el que se lleva la palma, no por su interpretación (que está bastante bien), sino por volver a ponerse en modo “encocado hasta las cejas” como nos gusta a los fans del histrionismo. De su boca salen muchas perlas a lo largo del metraje, aunque su personaje no despierte simpatía alguna, por culpa de sus métodos y de su pasadísima forma de pensar.


En lo referente al apartado técnico, la cosa está a buen nivel, como ya se demostró en la anterior producción de Melchor Miralles, aunque como ya se ha mencionado con anterioridad, no puede verse mucha muestra de calidad por que no hay mucha acción. Eso si, cuando la hay está muy bien rodada y muy bien planificada.
Uno de los detalles mas cachondos (digo esto porque es lo primero que se me ocurre) es el personaje de Felipe González, al más puro estilo mafia, como una especie de padrino presidente del Gobierno y el Ministro interpretado por José Ángel Ejido (muy sobrio siempre que aparece), al que se deja un poco de lado.
Lo cierto es que poco más se puede decir de GAL, por culpa de un guión pelín flojo que provoca cierta perdida de ritmo hacia mitad de metraje.
Todo lo que se muestra, que tendrá sus fallos y sus aciertos teniendo en cuenta lo complejo del asunto, está bien mostrado, aunque la mayoría de espectadores que esperen una especie de continuación de El lobo quedarán un poco defraudados, ya que estamos ante una peli de periodistas, al más puro estilo Todos los hombres del presidente, salvando las distancias, claro.

Resumiendo, una historia que podía resultar más amena con una estructura más pensada para crear cierto espectáculo, pero que queda en una historia por momentos entretenida, por momentos pesada, que no termina de crear afinidad con el espectador, a pesar del esfuerzo puesto por Courtois que, lo quiera o no, tiene mejor mano en las escenas de acción y tiroteos que en las íntimas o dramáticas.

Nota: 5´5.

1 comentario:

Anónimo dijo...

La bellisima Ana Alvarez