11 abril, 2009

La clase

François comienza otro nuevo curso como profesor de francés en un instituto con alumnos complicados, dentro de un barrio periférico y conflictivo. Su métodos de enseñanza se basan en la palabra y la disciplina, algo complicado de usar con alumnos difíciles y que traerá algunos problemas al profesor.

Ganadora de la Palma de oro del último Festival de Cannes y estrenada en España en enero de este año, La clase se presenta como una estimulante propuesta del cine francés, capaz de enomorar a medio mundo con productos estilo Amelie y de crear debate y estimular la conciencia social, como es el caso que nos ocupa. Su director, Laurent Cantet, se aleja de los manierismos hollywoodienses para contarnos una historia sincera y sencilla, que muestra a las claras los problemas de un sistema educativo francés agobiado por los alumnos más complicados, aquellos que viven en los barrios obreros y proceden en su mayoría de familias inmigrantes. Algo que afecta no sólo al país vecino, sino a una buena parte de los países europes, lo que convierte su premisa argumental en clave imprescindible para el visionado de la cinta.
Por su parte, François Bégaudeau, autor del libro en el que se basa, protagoniza la película con bastante solvencia, convirtiéndose irremediablemente en el intérprete perfecto. El resto de actores, todos no profesionales, logran estar a la altura y dotan al conjunto de una credibilidad y realismo más que aceptables.



Visualmente hablando, La clase se centra en los rostros de sus protagonistas, prestando especial atención a los sentimientos y palabras que salen de sus labios, haciendo que todos los personajes aporten algo a la trama y se conviertan en necesarios para el desarrollo de la acción. Pero si algo destaca sobre todo lo demás, es la sencillez de la propuesta formal, que se complementa a la perfección con la propuesta del guión.
La oportunidad de debate que presenta el film se convierte en el punto más fuerte de una cinta que, si bien no es una maravilla, si que hace imprescindible su visionado, aunque sólo sea para ver y conocer un poco más los problemas del sistema educativo francés, posiblemente similares a los que presenta el español, del que es mejor no hablar.



En definitiva, una propuesta digna y necesaria, que tiene en su capacidad para crear debate social su principal baza.

Nota: 7.

2 comentarios:

Paula Lago dijo...

Pues como profesora de lengua, debo decir que me sentí sumamente identificada. Es increíble que se asemaje tanto a la problemática de Argentina también. Hay que verla,más allá de todo como un reflejo de las difíciles cuestiones de la educación como dices.

INQUISITORMURCIANO. dijo...

Es un peliculón.
Bueno a partir de ahora te seguiré.
A bear hug.
Mi blog es otro estilo.