14 mayo, 2009

X-Men Orígenes: Lobezno

1845. Dos jóvenes hermanos se deben dar a la fuga tras el crimen cometido por uno de ellos al usar unas misteriosas garras, fruto de algún tipo de mutación. El tiempo parece no pasar por ellos y juntos sobreviven a todas las grandes guerras del sigo XX hasta que finalmente son contratados para trabajar junto a otros seres con poderes. Incapaz de aguantar las barbaries que cometen, Logan, el otrora joven niño, decide vivir su vida. Es el comienzo de Lobezno.

Hace unas semanas que el primer gran blockbuster de la temporada llegó a nuestras carteleras y a las de medio mundo. Y lo cierto es que el festival de películas palomiteras no empieza con buen pie. La película dirigida por Gavin Hood es todo un despropósito. Ganador del Oscar a la mejor película extranjera con Totsi hace tres años, se convierte en esta ocasión en un simple pelele de los productores, incapaz de imprimir al metraje un ápice de personalidad. Las escenas de acción están cogidas con pinzas y en ningún momento el espectador siente la emoción o la espectacularidad que un buen film de palomitas debe ofrecer. Por supuesto, no voy a culpar del mal resultado al pobre Hood, ya que los productores de la película y, la antaño envidiable, Fox juegan un papel fundamental en los aspectos negativos de la película.
A pesar de todo, si algo puede destacarse de la producción, es la aceptable interpretación de Hugh Jackman y Liev Schreiber. Ambos actores se afanan en conseguir interpretaciones apropiadas para una película de acción y es de agradecer tal esfuerzo, ya que gracias a ellos la película no es un desastre total. Ambos encajan a la perfección en sus papeles y son la nota más positiva de toda la historia, lo que no quiere decir que sean dignos de alabanzas, pero si al menos de intentar satisfacer al público. Del resto de actores ni me acuerdo, y es que ni Danny Huston está especialmente inspirado.



Técnicamente, la película de Lobezno ya está obsoleta. Los efectos especiales huelen desde la distancia y en todo momento quedan mal y forzados. Las escenas de acción no tienen ritmo y caen en el error de considerar espectaculo una central nuclear que se cae a pedazos. De todo el metraje, los títulos de crédito se convierten en lo mejor, algo que ya da para pensar.
El guión de David Benioff es infumable por todos los costados y en ningún momento parece que la lógica haga acto de presencia. Es difícil imaginar como este hombre escribió La última noche. Cosas de la inspiración, supongo. Con todo lo dicho, debo señalar que ni la aparición de Gambito, ni la de algunos supuestos mutantes famosos levantan el vuelo. Y es que, aunque resulte duro, si comparamos está precuela con la tercera entrega de la saga, aquella era una obra de arte. Posiblemenre, y es una opinión personal (como toda crítica, ¿no?) el espectador de verano hubiera disfrutado mucho más con menos ruido e, indudablemente, con otra mayor pagando las promociones y escenarios.



En definitiva, una película que, si bien no es un desastre total, aunque parezca lo contrario tras leer esta reseña, si peca de falta de ideas, de efectos especiales pasados, de una mala dirección y de escenas de acción aburridas. Y así no se puede disfrutar una película millonaria.

Nota: 4.

2 comentarios:

marguis dijo...

Como siempre me pasa, salí del cine entusiasmada, escribí mi crítica alabadora para que luego días después, se me pase la euforia y en el recuerdo no me quede mas que una película mediocre, sobre todo si la comparo con la última que he disfrutado de verdad en el cine Star Trek... no se si dentro de dos semnas también echaré pestes de ella... no lo creo... pero habrá que verlo.
Creo que disfruté tanto que todos los fallos trekkies se han borrado.
Un saludo.

J. Jiménez Gálvez dijo...

No se como enfrentarme a una peli así en el cine. El año pasado se dejo la marca muy alta con El caballero oscuro e Iron man.