01 septiembre, 2007

Grindhouse: Death proof

El especialista Mike, con su preparadísimo y potente coche, se divierte de una manera un tanto peculiar, asustando y matando atrozmente a las chicas guapas que se cruzan en su camino (si, esto es, a grandes rasgos, el argumento principal).

La segunda parte del conjunto Grindhouse llega a las carteleras y lo hace con el nombre de Quentin Tarantino pegado hasta en el culo. Y lo cierto es que, aunque le pese a muchos, este hombre hace lo que le apetece, cuando le apetece y como le apetece. Así, Death proof, sin ser una gran película, se muestra como un homenaje cachondo y, en ocasiones divertido, al cine de persecuciones de coches y al subgenero slasher de los años 70 (ahí esta el mítico Kurt Russell y sus míticas colaboraciones con John Carpenter para demostrarlo). Tarantino nos ofrece una película muy densa en cuanto a diálogos (por desgracia, no todos buenos y si aburridos) y situaciones de tranquilidad pero que sabe pisar el acelerador a fondo para dejar al espectador que se atreve con este tipo de productos con la boca abierta en su tramo final. Quizás sea la peor peli de Tarantino, si, pero eso no quita méritos al director y ni muchos menos quiere decir que sea un mal film.
Tarantino siempre tiene suerte con sus actores y, aunque en esta ocasión cuenta con un grupo de chicas que no se esfuerzan mucho, la presencia de la auténtica especialista Zoe Bell resulta más que gratificante. Además de actuar como una veterana, realiza sus escenas de acción, lo que le da un toque de distinción a su papel. Kurt Russell realiza una buena interpretación, por desgracia, algo diferente a lo que cabía esperar (en los últimos momentos de "asesino que se caga cuando le plantan cara" el señor Russell sale un poco mal parado).



En cuanto a la técnica de la película poco se puede decir, salvo que en esta ocasión se abusa mucho menos del desgaste de rollo fílmico o de los errores de sonido que en Planet terror y todo se queda en unos cuantos fallos intencionados y bien logrados (aunque hacerlo a posta no tenga la misma gracia). En cuanto a la música, elemento imprescindible en el cine de Tarantino, sólo puede usarse un calificativo, soberbia. Como es habitual en el cine de este señor, lo guiños a otras películas suyas se suceden, desde el sheriff ya visto en Kill Bill: Vol. 1 o Abierto hasta el amenecer, pasando por un politono de móvil muy conocido y terminando con su fetichismo por los pies femeninos (que aquí alcanza cuotas exageradas).
Las escenas de persecución están muy logradas y consiguen crear una sensación de velocidad brutal, sobre todo en la que Zoe se encuentra sobre el capó de un coche "jugando" con Mike a más de 120 por hora. Sin duda alguna, una degenerada y violenta persecución que dará un giro radical para terminar con un repentino "The end" escrito en pantalla.

Death proof es, en definitiva, el guiñó al cine setentero que un tío como Quentin Tarantino podría hacer, lleno de sus típicos diálogos, su magnífica música y sus solventes planos secuencia, con un interesante descubrimiento como Zoe Bell y algunos momento currados protagonizados por Kurt Russell. Eso y, claro está, una persecución que dura unos 15 minutos donde todo es posible y cuyo final, personalmente, me dejo bastante sorprendido.



Nota: al igual que con Planet terror, no voy a dar una nota a Death proof hasta que vea Grindhouse tal y como fue diseñada. Death proof es más aburrida, si, pero desde luego (y para tarantinianos de pura cepa) una excelente oferta para disfrutar en pantalla grande.

P.D: Amo y adoro a Rosario Dawson (sino lo digo reviento)

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