Jamal Malik, un joven pobre y humilde de Bombay, es acusado de fraude cuando consigue llegar a la penúltima pregunta de la versión india del programa ¿Quién quiere ser millonario?. Para demostrar que conocía las respuestas relatará su vida al inspector de policia que lleva el caso.
La última propuesta cinematográfica del director británico Danny Boyle llegará a los cines con la original premisa adapatada de la novela del escritor Vikas Swarup y arrastrando tras de sí los cientos de comentarios positivos que ha provocado allí donde se ha proyectado. Lo cierto es que, sin ser ninguna obra maestra, Boyle nos ofrece la que posiblemente sea una de sus mejores películas, junto con Trainspotting o la taquillera 28 días después (que se hace insoportable cuando salen los soldados), en un ejercicio de estilo muy similar al de Ciudad de Dios, aunque guardando las distancias en lo que a historia se refiere. Con la inestimable ayuda de la directora india Loveleen Tandan, Boyle hace un retrato muy realista de la India anterior al desarrollo que vive en la actualidad, mostrando toda la miseria y bajezas humanas, lo que ha provocado que muchos ciudadanos indios hayan mostrado su rechazo a la cinta. Lo cierto es que el director se basa en unas poderosas imágenes de miseria para ambientar la historia del honrado Jamal, que sólo busca encontrarse con el amor de su vida, Latika.
Un personaje principal, Jamal, interpretado por tres actores diferentes, todos ellos correctos y muy decentes en sus papeles. Destaca, sobre todo, Dev Patel por ser el que más tiempo aparece en pantalla, siempre con cara de mala leche, algo comprensible si se atiende al devenir de su hitoria, donde se lleva mas hostias que un perro y hasta se baña en excrementos, literalmente. El personaje de Latika también está interpretado por tres actrices y, al igual que Jamal, su versión adulta es la que más vemos en pantalla, interpretada por la guapísima Freida Pinto. Además están el hermano de Jamal, Salim, que posiblemente sea el personaje mas interesante de la historia y, por supuesto, el presentador del progama, un chulazo Anil Kapoor.
Tecnicamente, Slumdog millionaire, es muy similar en el apartado estético a otros films del director y cuenta con una banda sonora deliciosa, muy del estilo Bollywood y actualizada a los tiempos que corren. Boyle sabe sacar partido a la historia y aprovechando la gran habilidad de la codirectora, que posiblemente sea la gran responsable del dibujo que se hace de Bombay, consigue ofrecernos una visión de la India como hasta ahora no se había visto en una película llamada a atraer al público por el entusiasmo levantado entre la crítica y el boca-oreja. Y, aunque no es la gran cinta que muchos quieren vender, si es una original apuesta, bien rodada y que no llega a aburrir en ningún momento.
Respecto a las críticas y la mala prensa que han surgido en la India sólo cabe la comprensión. En muchas ocasiones vemos calles donde no hay nada salvo basura, la violencia es usada por casi todos los personajes con una facilidad pasmosa (en los primeros 20 minutos Jamal recibe un buen número de collejas y hasta palizas) y eso es algo que a nadie la gusta ver de su país. Aunque en ocasiones parezca que toda la vida de Jamal es un infierno, el espectador sabe desde el principio que la cosa va a salir bien, dejando entrever el más puro sentido fílmico de Bollywood (con baile final incluido).
En definitiva, un original historia, bien rodada y muy entretenida. No es la obra maestra que muchos aseguran, pero al menos trae frescura y algo diferente a nuestras carteleras.
Nota: 7.
1 comentario:
Es una película diferente, me gusto sobre todo la etapa de la infancia.
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