20 febrero, 2009

Vals con Bashir

Ari esta hablando con su amigo en un bar, que le explica el sueño que tiene una y otra vez. Ambos creen que está causado por los acontecimientos que han vivido en el pasado, durante la guerra del Líbano. Pero Ari no recuerda nada de ese periodo de tiempo, salvo una recurrente ensoñación durante la matanza de palestinos en Sabra y Chatila. Decidido a recordar, buscará a amigos y conocidos para intentar reconstruir lo pasado.

Impecable película en lo referente a contenido del director israelí Ari Folman. El discurso antibelicista del que tanto se ha hablado está presente desde el primer fotograma, desde la primera línea de diáoogo. Con una puesta en escena muy llamativa e impactante, Folman nos ofrece u
n documental de animación lleno de momentos duros y muchos otros delirantes, con un discurso formal bastante irregular, que termina por agobiar al espectador y hacerlo desconectar de los acontecimientos. Folman une, mediante técnicas de animación simples pero efectivas, géneros tan dispares como el documental y la ficción animada.
Y, posiblemente, sea esa la gran causante de lo extraño que resulta ver ambos formatos juntos, lo que provoca aciertos pero también muchos fallos, sobre t
odo en lo relativo al ritmo de la cinta. Folman repite hasta en tres ocasiones la misma secuencia, siendo la primera vez que la vemos un auténtico gozo y la última un aburrimiento. A través de declaraciones de conocidos y expertos, Folman presenta un punto de vista novedoso y ofrece al ciudadano una reflexión final sin diálogo y con imágenes reales que hacen temblar al más valiente.



Una cosa está clara, la guerra es, con perdón, una puta mierda. Y ese sea, probablemente, el objetivo de Folman, mostrar lo absurdo de las guerras, hacer ver al espectador, aunque sea con técnicas arriesgadas, que ningún conflitco bélico soluciona nada, sólo crea más odio en los derrotados y termina conduciendo, tarde o temprano, a más enfrentamientos. Como israelí, el propio Folman a reconocido que no tiene el derecho ni es capaz de mostrar el verdadero sufrimiento del pueblo palestino, pero en esta cinta consigue mostrar una buena parte del sufrimiento y el sin sentido de la guerra.
Es una lastima que el discurso no termine de conjugar bien con la apuesta formal del film. Con un dibujo muy humilde pero llamativo, con el transcurso del metraje el espectador puede terminar abrumado por la animación. Si a ello se le suma la ya mencionada ocasional falta de ritmo, tenemos una película bastante irregular. A pesar de ciertos momentos de maestría, la cinta tiene sus fallos y la banda sonora, elogiada por muchos y no se por qué, resulta repetitiva en exceso.



En definitiva, una película de sobresaliente en contenido pero de suficiente en las formas. Pero, con todo, de recomendable visionado tanto por su temática como por su arriesgada unión de géneros.

Nota: 6,5.

No hay comentarios: