14 febrero, 2009

El lector

Michael Berg conoce por casualidad a una mujer que le dobla en edad y por la que sentirá una repentina atracción, Hanna Schmitz. Ambos comenzarán un apasionante idilio veraniego hasta que ella desaparece repentinamente. Años más tarde, cuando el joven es un estudiante de derecho, volverá a encontrarse con ella cuando es acusada del asesinato de más de 300 personas en los tiempos de la Segunda Guerra Mundial.

Alabado y odiado a partes iguales, el nuevo film del director Stephen Daldry llega a nuestras carteleras con la sana intención de ofrecernos un rato de buen cine. Y lo hace acompañado de un excelente reparto y un buen guión de David Hare, quien ya colaborase con el director en la bastante olvidada Las horas. En esta ocasión adaptan un texto de Bernhard Schilnk y lo hacen con resu
ltados irregulares. La cinta comienza con una impresionante fuerza en todos los aspectos. La historia atrapa al espectador, consigue emocionarlo y logra que se involucre en la historia como si fuera suya. Pero es la segunda mitad del film lo que la aleja de convertirla en una gran película. Dejando a un lado el fallo de los promotores de anunciarnos la sorpresa del film (el pasado nazi de Hanna), en cuanto el personaje de Winslet aparece caracterizado en su edad más anciana, la película pierde toda la fuera y el ritmo que había demostrado tener. Quizás sea culpa de la historia, que una vez llegada a ese punto deja de interesar. Pero lo cierto es que el personaje adulto de Michael, interpretado por Ralph Fiennes aburre hasta la saciedad y hace que lo que en un principio parecía perfecto termine resultado tedioso y poco llamativo.
Las interpretaciones del cast están de sobresaliente. Winslet de
muestra una vez más su enorme estado de gracia y el joven David Kross se presenta como una verdadera revelación. Sus escenas de cama con Winslet estan tan bien rodadas y tan bien pensadas que en ningún momento caen en el morbo fácil o la idiotez. Fiennes, por su parte, realiza su trabajo como de costumbre, pero esa cobardía de la que hace gala el personaje y lo alargado de toda la parte final consigue que olvidemos su trabajo en favor del de sus compañeros de reparto. También aparecen Bruno Ganz (inolvidable en El hundimiento) o Lena Olin, ambos con la efectividad a la que nos tienen acostumbrados.



Técnicamente, el film de Daldry está realizado con un estilo clásico en las formas y aprovechando los pequeños saltos temporales que este tipo de historias permiten. Con una más que notable banda sonora y una pefecta fotografía, Daldry se convierte en el director más capacitado para el drama contemporáneo, posiblemente por su visión más europea de las cosas. En la primera mitad del film todo marcha con perfección, todo parece encajar sin problema alguno. Pero, como ya se ha comentado, es hacia la última media hora de película cuando Daldry parece perder esa capacidad de atención del espectador.
El romance da paso a un drama judicial que, aunque tenga interesantes escenas de por medio, no termina de encajar con el tono inicial de la historia. Y, por supuesto, no puedo olvidar el horroroso maquillaje de Winslet en la etapa "anciana" de su personaje. Sin duda, lo peor de la historia.
Con todo, El lector se presenta como una interesante propuesta que, muy posiblemente, gané más puntos con futuros visionados.



En definitiva, una película que comienza con una historia de amor y sexo apasionante y termina convirtiéndose en un drama judicial que pierde el ritmo del principio, muy bien acompañado, eso si, de unas interpretaciones y una banda sonora que en ningún momento pierden el norte ante el repentino tedio.

Nota: 6,5

1 comentario:

Iradai dijo...

Me gusto la película, sobre todo la primera parte, despues del juicio, va perdiendo intensidad.

La verdad es que se lucieron con el maquillaje de Kate Winslet de anciana, nada creíble.