01 marzo, 2009

En el nombre del rey

Granjero, que así se llama el protagonista, es un humilde agricultor que vive en el reino de Ehb. Un día, los Krug invadirán sus tierras y se verá obligado a enfrentarse a los malvados invasores, muy bien acompañado por el Rey y su ejercito. En resumen, El señor de los anillos visto desde el particular prisma del genio Uwe Boll.

El proyecto número 200 millones del director alemán Uwe Boll llegó el pasado viernes 27 a nuestras carteleras, con más de un año de retraso. Pero eso no importa mucho ya que el resultado final es el mismo. Basura a montones. El genio alemán, el Ed Wood del siglo XXI, sigue dispu
esto a forjar una leyenda en torno a su nombre a base de dirigir truños enormes, sin ápice de calidad. Y habrá quien se pregunte, entonces ¿para que ves una peli suya? La respuesta es sencilla: House of the dead. Este artista visionario es el responsable de la película mas descojonante que he tenido oportunidad de ver. Sólo por eso, cada nueva obra maestra suya merece un visionado. Y en esta ocasión el talentoso director se atreve con su versión del cine épico, del cine de grandes batallas y efectos especiales. Y resulta llamativo que este admirable artesano sea capaz de planificar bien las secuencias. El tío es más o menos solvente en ese aspecto, pero por alguna extraña razón sus películas terminan siendo grandes comedias inesperadas.
En esta ocasión y de nuevo rodeado de misterio, Her direktor ha conseguido un reparto llamativo, encabezado por Jason Statham, Burt Reynolds y Ron Perlman. Statham, que ya debería saber que es el próximo Bruce Willis y actuar en consecuencia, se dedica a poner cara de circunstancia, a trabajar como un obrero para ganarse el sueldo. El resto de actores están... pues eso, que están, para
cobrar la nómina y luego marcharse a casa. Pero hay dos señores que merecen mi más enorme respeto. Matthew Lillard y Ray Liotta. Sobre el primero sólo puedo destacar su impresionante capacidad para hacer el imbécil en cada fotograma, con una colección de caretos digna de un teleñeco. Sobre Liotta, sólo cabe la inclinación de obediencia. Un hombre que saltó a la fama gracias a Scorsese (Dios, el bueno de Marty y Boll en un mismo texto) y que después sólo ha sido capaz de rodar mierda, en sus diferentes versiones. Ojalá Joe Carnahan vuelva a sacar lo mejor de él algún día.



Técnicamente, En el nombre del rey es cacota fina. Tiene unos efectos especiales pobres y extremadamente cantosos, una fotografía sencillísima y carente de cualquier indicio de espectacularidad. Pero el premio gordo se lo lleva la banda sonora que ocupa TODO EL MALDITO METRAJE. No hay ni un segundo sin música, lo que provocará suicidios en masa en cualquier cine que se proyecte (yo la vi en casa, para evitar sobresaltos). Con todo, si me gustaría repetir que Boll tiene la idea en su cabeza. Es decir, sabe rodar. Sabe planificar las escenas, pero falla en todo lo demás. Es incapaz de sacar algo bueno de sus actores, convierte un guión pésimo en tonteria suprema (ojo al diálogo que abre la historia: "Sabía que ibas a venir" "Claro, te lo había dicho"). Siempre me he preguntado que pasaría si Uwe Boll, la encarnación del mesías fílmico, contara con un presupuesto amplio. Si este hombre tuviera 100 millones de dólares es posible que hiciese hasta taquilla. Aunque, por desgracia, su nombre ya está asociado a lo más bajo, a la serie B pura y dura, al cine cómico que en realidad no lo es.
Lo cierto es que, siendo francos, esta es la mejor película de Uwe Boll. Es lo más parecido a algo decente de todo lo que he visto que lleva su firma. Si uno repasa su filmografía se dará cuenta de que Boll sólo es capaz de rodar "adaptaciones" de videojuegos, lo que repercute negativamente en la imagen que del sector se tiene en Hollywood y en las mentes más simplistas. Con todo, Boll consigue su particular obra maestra, sólo por debajo de House of the dead, posiblemente el mejor exponente de lo qu
e el cine de serie Z es capaz de conseguir sin pretenderlo: crear un mito se mire por donde se mire.



En definitiva, la película más grande del maestro alemán. Un coñazo aburrido y alargado, si, pero con algunos detalles sólo al alcance de los más grandes. Ah, se me olvidaba, salen ninjas. Todos mugrientos y en una especie de época medieval, pero salen ninjas. Y los ninjas siempre son bien recibidos, como Kristanna Loken.

Nota: 3.

1 comentario:

marguis dijo...

Me ha encantado tu reseña... y coincido plenamente con ella.
Yo también la vi en mi casita, hace tiempo... y me impresionó la cantidad de gente conocida que sale, vamos, a mi todas las caras me sonaban (y a la mayoría podía ponerle nombre)
Creo que su director de casting es pésimo (si es que tiene) y Uwe no podría dirijir a un actor ni aunque pusiera todo su empeño...
Yo, a todo aquel que me decía... eh! este fin de semana ponen una de acción medieval, de mágia y fantasía... les advertía que la peli era un truño mayúsculo... pero ni caso... y qué he tenido después, lamentaciones y mas lamentaciones...
A mi por ahora el papel que mas me gusta de Jason Statham es el de Death Transporter... tiene una cara de palo muy seria... no se yo si sería capaz del cachondeo a lo Bruce Willis...

Un saludo...