15 marzo, 2009

Watchmen

EEUU, años 80. Norteamerica ha salido victoriosa de la guerra de Vietnam y Richard Nixon ha sido reelegido presidente del país tres veces consecutivas. Pero la Guerra Fría con la Unión Soviética amenaza con la destrucción de la humanidad si alguna de las superpotencias se decide a lanzar la bomba atómica. Mientras tanto, un justiciero enmascardo, El comediante, es asesinado misteriosamente, lo que provocará que Rorschach, el último Vigilante en activo, comience una ardua investigación para solucionar el misterio.

Se ha hablado muy mucho de la última película del director Zack Snyder. Primero, por ser la adaptación de la novela gráfica más elogiada de todos los tiempos, obra del guionista Alan Moore y el dibujante Dave Gibbons. Segundo, por la valentía demostrada por todos los participantes del film, conscientes del alto nivel de exigencia que debían satisfacer. Y tercero, por la enorme dificultad de adaptar a la gran pantalla una historia densa, complicada y adulta. Y lo cierto es que sólo cabe aplaudir a Snyder por su gran empeño, por su capacidad para crear verdadero espectáculo visual. Pero el bueno de Zack comete los mismos errores que ya tuvo con su anterior película comiquera, 300, copiar viñeta a viñeta un tomo de más de 400 páginas, muchas de las cuales son divagaciones en off de los protagonistas. Y eso funciona en la novela gráfica a la perfección, pero no lo hace en la película. Escuchar los pensamientos del Dr. Manhattan se hace tremendamente aburrido en la película, aunque ésto funcionase muy bien en las viñetas. A pesar de estos problemas, más de los guionistas que del propio director, Snyder sabe ofrecer imágenes con gancho y su labor con los actores sigue siendo destacable.
Como ya sucedía en el cómic original, el mejor personaje es Rorschach, aquí interpretado por Jackie Earle Haley, que demuestra su gran valía como actor en los pocos minutos que aparece con la cara al descubierto. No he tenido la ocasión de ver la película en versión original, pero todo indica que su interpretación vocal es sobresaliente. Junto a él, un fabuloso Jeffrey Dean Morgan, perfecto en la piel del Comediante. Mención especial para Patrick Wilson, que aprovecha los mejores momentos de su personaje, Búho Nocturno II, para demostrar de lo que es capaz. Quizás los más flojuchos sean Matthew Goode y Malin Akerman, que con todo cumplen con su parte. Mención especial para Carla Gugino, bastante mal maquillada (con lo impresionante que es esta mujer) y Billy Crudup, que se pasa la mayor parte del metraje digitalizado y enseñando el primer pene azul de la historia del cine.



En el apartado técnico, sólo se puede reprochar un aspecto. El maquillaje. Especialmente en el personaje de Espectro de Seda y en algunas ocasiones en Richard Nixon, ambos demasiado caracterizados. El caso de Espectro de Seda es verdaderamente preocupante, ya que lo más efectivo hubiera sido contratar a una actriz con 67 años reales, y no a Gugino, que no llega a los 40. Por todo lo demás, la película es una producción más que decente. Tiene buenos efectos especiales, buenas escenas de acción, notable fotografía y mejor banda sonora. De esto último se ha hablado bastante, sobre todo el "momento polvete" con el Hallelujah de Leonard Cohen. Y francamente, no queda tan mal. Es peor el funeral del Comediante con el Sound of silence de fondo. Pero, a pesar de que en ocasiones la música no encaje perfectamente con las imágenes, la selección musical es extraordinaria. Mención aparte para la partitura de Tyler Bates, que lleva trabajando con Snyder desde el principio y siempre lo hace muy bien, y para la sobresaliente labor de vestuario y dirección artística.
En resumidas cuentas, se podría decir que Watchmen es una película que merece ser vista, sólo por premiar el esfuerzo realizado por todo el equipo. Tiene momentos muy lentos, tediosos y hasta desesperantes, pero lo compensa con otros momentos más inspirados, como los de la cárcel y los magníficos titulos de crédito. Snyder ha querido ser tan fiel que no ha sido capaz de añadir nada de su cosecha. Sólo cambia mínimamente el final, algo bastante comprensible y que en absoluto rompe la idea del original. Si Alan Moore viera la película, no podría echarle en cara a sus responsables que no hayan sido fieles a su obra. Otra cosa es que el lenguaje del cómic sirva, tal cual, para el lenguaje del cine. Sólo cabe desear que Snyder sea capaz algún día de ofrecernos otra película como Amanecer de los muertos, donde todo conjugaba a la perfección.



En definitiva, una película que no puede defraudar a los fans más acérrimos pero que puede aburrir mucho al espectador que desconoce de donda sale la idea. Como léctor del cómic puedo decir que lo que en dibujos quedaba muy bien, voces en off incluidas, aquí termina siendo tedioso, aunque muy bien aliñado por una impresionante factura visual.

Nota: 6.

2 comentarios:

marguis dijo...

Como ya sabes yo la disfruté en todo su esplendor y en todo su tedio... y si hay cosas que en comic quedan geniales, pero en el cineno, ni de lejos... la voz en off es una de ellas...

:)

Iradai dijo...

A mi me pareció larguísima. A nivel visual es impecable, pero la historia no me gustó. De hecho me aburrió un poco, ya que, muchas cosas no las entendía y eso a pesar de todos los flashback que tiene la película para explicar. Igual si hubiese leído la novela gráfica, la hubiese disfrutado más.